La huelga legal del Sindicato Interempresa Multiservicios Salvador Potrerillos (TRAMSALPO) ha llegado a su término tras casi un mes de resistencia y organización. El conflicto concluyó con un resultado histórico: la firma de un contrato colectivo en un proceso formal y legítimo, reconocido por la Dirección del Trabajo, que consagra los derechos conquistados por la unidad y la fuerza de los trabajadores.
Este proceso de huelga, y el contundente resultado favorable a los trabajadores, demuestra, que la unidad orgánica y de acción de las y los trabajadores en torno a su organización, es la más firme, sólida y contundente herramienta de lucha en la defensa de los derechos y la conquista de mejores condiciones laborales y de vida.
Logramos negociar colectivamente resguardando los derechos fundamentales: el derecho a la negociación colectiva, el derecho a la huelga, la libertad sindical que nos permitió conquistar mejores condiciones laborales, enfrentar el alza del costo de la vida, obteniendo mejoras reales para los trabajadores y sus familias y mayor dignidad.
En el transcurso de esta lucha quedaron en evidencia algunos de los peores rasgos del régimen de subcontratación. Por un lado, las prácticas antisindicales de la contratista SALFA, incluyendo la afiliación forzada de trabajadores a un sindicato instrumental; por otro, la decisión de CODELCO de poner fin a los contratos con la empresa en conflicto, confirmando una vez más la precariedad e injusticia del subcontrato, que permite a la mandante abaratar costos y desentenderse de las consecuencias sociales y laborales que padecen los trabajadores.
Este proceso de huelga y su contundente desenlace favorable ratifican que la unidad orgánica y de acción de las y los trabajadores en torno a sus organizaciones es la herramienta más firme, sólida y eficaz en la defensa de los derechos y en la conquista de mejores condiciones laborales y de vida. Cada paso dado en esta huelga demuestra que cuando los trabajadores se mantienen unidos, la victoria es posible.
No desconocemos el complejo escenario que vive la clase trabajadora en el país. Las fuerzas más reaccionarias defienden sus privilegios y no dudan en usar todas las herramientas a su alcance. Por ello, la conciencia de clase, la unidad y el fortalecimiento de nuestras organizaciones son indispensables para enfrentar las luchas sociales y sindicales que la realidad nacional nos impone.
Reconocemos y agradecemos la organización y la firmeza demostrada por los trabajadores de TRAMSALPO, así como la solidaridad de clase expresada en múltiples apoyos.
Nuestra lucha continúa con más fuerza, con Nelson en la memoria y la convicción intacta:
¡Arriba las y los que luchan y no se rinden jamás!
