Sindicato de Aramark logra acuerdo y pone en evidencia urgencia de negociación ramal 

ATACAMA. En un ejemplo de organización y unidad, el Sindicato de Establecimiento ARAMARK – División El Salvador, afiliado a la Federación de Sindicatos El Salvador (FESAL), brazo orgánico de la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC), tras agotar todas las instancias de diálogo cerró con éxito su negociación colectiva el pasado 26 de septiembre. 

El proceso, iniciado el 5 de agosto bajo negociación reglada, alcanzó un punto crítico cuando la asamblea aprobó la huelga frente a una oferta insuficiente. La compañía solicitó mediación obligatoria y, con el respaldo de sus bases, la directiva sindical logró mejoras sustantivas que destrabaron el conflicto.

Las conquistas

El nuevo contrato consagra incrementos salariales, mejoras en beneficios sociales y el fortalecimiento de la titularidad sindical. Se destacan cláusulas de cierre que extienden los avances a la totalidad de las y los trabajadores del establecimiento, sentando un precedente en una de las empresas transnacionales contratistas con mayor dotación de la minería chilena. El logro es especialmente significativo para quienes se desempeñan en alimentación y aseo, segmentos históricamente externalizados y precarizados, demostrando que la organización sindical dignifica su papel en la empresa y mejora la vida de sus familias.

La urgencia de la Negociación Ramal se evidencia.

Este acuerdo es la decimoquinta negociación exitosa durante este año de una organización afiliada a la Confederación de Trabajadores del Cobre, y a la vez, evidencia prácticas antisindicales persistentes que aún obstaculizan las aspiraciones legítimas de la clase trabajadora. El modelo de subcontratación profundiza las brechas: miles de contratistas cumplen funciones esenciales para la cadena de valor, pero negocian con menos poder y peores condiciones que el personal directo.

Este reciente éxito subraya la urgente necesidad de la existencia de una legislación que regule los procesos a través de la negociación ramal en la minería que contemple y asegure un mecanismo para fijar pisos comunes de salarios, beneficios y seguridad laboral en servicios como alimentación y mantención, evitar la competencia a la baja entre contratistas y asegurar una distribución más justa de la riqueza. 

El desenlace exitoso refuerza el valor del diálogo social y la organización, pero también convoca a un cambio estructural: fortalecer el poder de la negociación colectiva y avanzar hacia un sistema de relaciones laborales más justo y equilibrado.

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